Reducción de emisiones
Contribución de las empresas en la reducción de la huella de carbono
Para reducir o compensar la huella de carbono o huella ecológica, es necesario aplicar un conjunto de prácticas y dinámicas que aíslen o capturen el CO2 producido de la atmósfera.
Y no se trata sólo de una cuestión a nivel personal. Las empresas son agentes sociales imprescindibles para lograr una transformación hacia una sociedad baja en carbono y respetuosa con el cambio climático.
De hecho, son cuantiosas las empresas que de forma voluntaria se han adherido al registro de la huella de carbono, y algunas ya quieren destacar como «neutras en carbono», es decir, aspiran a un balance cero de CO2.
Beneficios del cálculo de la huella de carbono
- Es el mejor indicador del grado de ecoeficiencia de una empresa, lo que le permite optimizar su gestión.
- Identifica posibilidades de ahorro de costes.
- Facilita la trasparencia del impacto medioambiental: posibilita a otras organizaciones que puedan completar sus huellas de carbono, y permite incorporarlo como criterio de selección de proveedores, materiales y diseño sostenible.
- Ofrece información fiable a los consumidores.
- Posiciona a la empresa a la cabeza en el cumplimiento de la actual legislación ambiental.
- Es un elemento diferenciador en el mercado, promocionando la sostenibilidad interna y externa.
¿POR DONDE COMENZAMOS?
Todo empieza por un cambio de enfoque que permita instaurar políticas que redunden en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.
Las principales líneas de actuación son: la implantación de energías renovables, políticas de movilidad de los trabajadores y transporte de mercancías, instaurar tecnologías más eficientes, reducir el consumo de recursos y minimizar los residuos.
MEDIDAS CONCRETAS
Las empresas pueden aplicar una serie de medidas para reducir la huella de carbono, que tendrán un gran impacto medioambiental y social.
- Inscribirse en registros de la huella de carbono.
- Desarrollar un Proyecto Clima del Fondo de Carbono para una Economía Sostenible.
- Reducir el consumo de materias primas, energía o de productos.
- Compensar la huella de carbono: realizando una aportación económica voluntaria a proyectos que consiguen reducir una cantidad de CO2 equivalente.
- Reducir el uso de energía:
- Emplear bombillas de alta eficiencia energética.
- Contratar energía procedente de fuentes renovables.
- Cambiar los gases refrigerantes por otros con menor potencial de calentamiento global.
- Programar el apagado y desconexión automática de los equipos.
- Promover el trabajo flexible, para reducir el número de horas de los empleados en las instalaciones.
- Apostar por el abastecimiento sostenible: contar con proveedores o intermediarios que también tengan registrada la huella de carbono.
- Reducir o adaptar la movilidad de los trabajadores y el transporte de mercancías.